El Consejo de Seguridad Nuclear ha confirmado hoy las objeciones ambientales al proyecto de Berkeley para construir una mina a cielo abierto en Retortillo (Salamanca). De esta forma, se cierra la puerta de manera definitiva a la minería del uranio en nuestro país, tal y como ya se establece en la propia ley de cambio climático recientemente aprobada.

El portavoz de Transición Ecológica de Unidas Podemos, y coordinador de Alianza Verde, Juantxo López de Uralde, ha recordado que “nosotros ya habíamos expresado nuestra preocupación por los impactos ambientales, económicos y sociales de este proyecto para la comarca salmantina del Campo Charro”, y, por eso, ha manifestado su satisfacción por la decisión del CSN, con la que se descarta definitivamente el proyecto.

Desde el Grupo Confederal han manifestado en reiteradas ocasiones su oposición a la construcción a este proyecto, por su gran impacto medioambiental, y recuerdan que, además, había generado gran rechazo en la comarca.

Además, López de Uralde ha querido recordar que hace unos meses desde su Grupo Parlamentario solicitaron la comparecencia del presidente del Consejo de Seguridad Nuclear para explicar las presiones que, durante los últimos meses, llevaba recibiendo este organismo por parte de Berkeley y sus accionistas para autorizar el proyecto. Unas presiones que, a juicio del también presidente de la Comisión de Transición Ecológica y Reto Demográfico eran “inaceptables” y con “amenazas veladas de la minera para frenar la acción legislativa del Congreso”.

A juicio de López de Uralde, “Con la decisión del CSN, se pone fin a un proyecto que no era más que otra apuesta por la especulación y las energías sucias y peligrosas, pero que llevaba diez años enredada entre trámites burocráticos y destrucción ecológica”. 

“El futuro del mundo rural no pasa por proyectos como el de Berkeley, que destruyen el territorio y generan contaminación ambiental, sino por un modelo sostenible de aprovechamiento de los recursos naturales”, ha señalado López de Uralde. “Por eso el final del proyecto de Berkeley es una buena noticia para esta comarca y marca un futuro de desarrollo sostenible”.