La crisis climática es el mayor de los desafíos que enfrenta la humanidad en la actualidad, y los ayuntamientos pueden y deben desempeñar un papel importante en la lucha contra ella. Las ciudades suponen el 70% de las emisiones. Aunque a lo mejor el porcentaje de población sea más pequeño, se produce muchísima contaminación. Eso quiere decir que las transformaciones que son necesarias en las ciudades, que van desde el establecimiento de zonas de bajas emisiones a los procesos de naturalización, la gestión diferente de los residuos, etcétera, son clave para esta lucha contra el cambio climático, contra la crisis ecológica. 

Por eso, quién gobierne las ciudades va a ser trascendental en el presente y el futuro de la lucha contra la emergencia climática. Es importante que, desde la composición de las Juntas de Gobierno y de organización de las distintas unidades, se le dé importancia a esa lucha climática.

¿Cómo? Las concejalías o áreas de medio ambiente no pueden seguir siendo una parcela sin competencias reales o con escaso presupuesto, ya que la lucha contra la crisis ecológica es prioritaria, urgente y, por ello, debe ser transversal a todas las políticas que desarrolle un Ayuntamiento que está decidido a impulsar políticas transformadoras y de cambio. Por eso, en primer lugar, y para darle la importancia que merecen, como actualmente ocurre en el gobierno de coalición del Estado, deberían depender directamente de la Alcaldía, o bien de un departamento o concejalía que englobe: Urbanismo, Arquitectura, Movilidad, Eficiencia energética, Aguas, Residuos, Parques y jardines y Biodiversidad, de forma que se disponga de un presupuesto y adecuado y garantías para su ejecución. 

Estas propuestas de Alianza Verde son un decálogo, a modo de “punto de partida” con una serie de propuestas sencillas pero que pueden suponer un gran cambio para transformar y renaturalizar nuestras ciudades. Para, en definitiva, avanzar en “Ciudades verdes para vivir mejor”.